El Petit Trianon, palacete originalmente mandado a construir por Luis XV para Madame Pompadure, que sin embargo nunca llego a ocupar.
Pero que sin embargo si fue habitado por la tragicamente famosa María Antonieta,
ultima reyna de Francia y que muriera en la guillotina al comienzo de la Revolución.
ultima reyna de Francia y que muriera en la guillotina al comienzo de la Revolución.
Ha sido en varias ocaciones, junto con sus alrededores, el lugar en el que se han protagonizado hechos bastante fuera de lo común, por ejemplo:
El ocurrido a dos maestras inglesas el 10 de agosto de 1901,
miss Moberly, directora de una escuela privada, y
miss Jourdain
miss Jourdain
Visitando Versalles por primera ocasión. En esa fecha intentaban llegar al Petit Trianon a travez del parque, pero se perdieron y no tardaron en experimentar , una sensación de angustia, mientras los alrededores adquirian el aspecto de un paisaje muerto.
En medio del campo se podia ver una casita , a la altura de la cual se podia ver a una niña y a una mujer que utilizaban ropas parecidas a la de la servidumbre del siglo pasado,
Miss Moberly y miss Jourdain cruzaron un rustico puentecillo tendido sobre una pequeña cascada. Mientras el joven, desaparecio a su vista pero no asi el sonido de sus pasos al correr.
Llegaron a la orilla de un prado cubierto de pasto, en medio del cual se hallaban los edificios que ellas buscaban. Una dama vestida con amplias y ligeras ropas de verano y con un sombrero de paja sobre su cabellera rubia, contemplaba unos dibujos que tenia enfrente , al parecer los acababa de realizar. Cuando pasaron junto a ella para subir la escalera que conducía a la terraza de la mansión, las miró. A miss Moberly le pareció que el rostro de la dama era bello, miss Jourdain no la vio peró si sintio su presencia.
Al llegar a la terraza, salio a su encuentro un joven que les indico que entraran por el patió de honor, luego las acompaño un trecho en la dirección indicada. Habiendo llegado a su objetivo, las inglesas sintieron como su malestar se disipaba y visitaron los diversos salones uniendose a unos reciencasados.
Solamente hasta dias despues se atrevieron a hablar de lo que habia ocurrido en su peculiar paseo.
En enero del siguiente año, miss Jourdain volvió al lugar, esta vez sola y decidida a no dar rodeos. Tan pronto llego a la pequeña granja, volvió a experimentar la misma angustia que en agosto pasado. Luego vio a unos leñadores que lucían capas de vivos colores. cargaban una carreta..., y desparecieron de manera inexplicable. en el bosquecillo en el que se encontraba la rozaron invisibles vestidos de seda, mientras captaba algunas frases sueltas de conversaciones en frances. a lo lejos se dejó oír una musica del siglo XVIII..
Poco después volvería a experimentar la molesta sensación de inseguridad en el lugar en donde en compañia de su amiga había llegado la primera vez. Luego las voces chillonas de dos mujeres que reñian se tornaron casi inaudibles y todo el paisaje pareció diluirse.
Este relato por si mismo podria parecer solamente una alusinación de dos personas que desconociendo el lugar podrian haberse confundido, sin embargo tenemos tambien los testimonios de un matrimonio que por su parte, habian vivido tambien una extraña aventura. De 1907 a 1908, el matrimonio, que habitaba en un departamento de la rue Maurepas en Versalles, tuvo la impresión de que el parque que veían desde su casa ofrecía algo de fantasmagorico, pues, de la manera más imprevista, aveces aparecía en él una casita, a las ventanas de la cual acudía la gente para mirar, A demás vieron en julio de 1908, a la dama que dibujaba. La primera vez, junto a la galería de cristal, sentada en un taburete, sobre una loma verde inexistente; la segunda vez, bajo la balaustrada del Grand Trianon, mas allá del cual se divisa el canal.
Ademas de que vieron un carruaje de aparecer de la nada y que en la puerta estaba una mujer que se agachaba a recoger algo, al incorporarse esta les dirijio una mirada al tiempo que desaparecia frente a ellas con todo y carruaje, es aqui donde la historia toma tintes mas increibles (si esto es posible); ya que estas dos amigas, se dedicaron el resto de su estancia en Francia a investigar en la biblioteca si el paisaje que habian visto habia sido real, lo que descubrieron fue mucho mas que eso, ya que en una de las anotaciones que hiciera María Antonieta en uno de sus diarios encontraron que hacia referencia a que durante un paseo por los alrededores de Versalles en su carruaje, y habiendo paredo para descanzar del viaje se le habia caido el pañuelo y al recogerlo de manera inexplicable habian aparecido ante sus ojos dos mujeres con vestimenta extraña y que al incorporarse rapidamente por el susto, estas se habian desaparecido ante sus ojos.
Esto nos deja la interrogante, ¿Realmente son fantasmas o impregnaciones lo que se vive en Versalles? o son bifurcaciones en el tiempo que nos permite por breves instantes ver el pasado.
me gustaria saber sus opiniones al respecto
En medio del campo se podia ver una casita , a la altura de la cual se podia ver a una niña y a una mujer que utilizaban ropas parecidas a la de la servidumbre del siglo pasado,
distinguieron tambien a dos hombres, uno joven y el otro de edad mediana, que usaban traje verde y un sombrero de tres picos, ademas de llevar bastón.Les preguntaron por el camino de palacete y ellos se lo indicaron con desden.Cada vez mas extrañadas, prosiguieron con su camino hasta dar con un pequeño pabellón en cuyas escaleras estaba sentado un personaje que llevaba capa y sombrero ancho. Su rostro resultaba maligno ya que mostraba las cicatrices de la viruela. En aquel momento se dieron cuenta de que alguien corría hacía ellas. Un hombrede tez brillante y abundantes cabellos negros, que lucía capa y sombrero y parecía haber surgido de una roca que acababan de pasar, les dijo; "señoras, señoras... No es por ahí por donde deben passar... Busquen la casa por este lado".
Llegaron a la orilla de un prado cubierto de pasto, en medio del cual se hallaban los edificios que ellas buscaban. Una dama vestida con amplias y ligeras ropas de verano y con un sombrero de paja sobre su cabellera rubia, contemplaba unos dibujos que tenia enfrente , al parecer los acababa de realizar. Cuando pasaron junto a ella para subir la escalera que conducía a la terraza de la mansión, las miró. A miss Moberly le pareció que el rostro de la dama era bello, miss Jourdain no la vio peró si sintio su presencia.
Al llegar a la terraza, salio a su encuentro un joven que les indico que entraran por el patió de honor, luego las acompaño un trecho en la dirección indicada. Habiendo llegado a su objetivo, las inglesas sintieron como su malestar se disipaba y visitaron los diversos salones uniendose a unos reciencasados.
Solamente hasta dias despues se atrevieron a hablar de lo que habia ocurrido en su peculiar paseo.
En enero del siguiente año, miss Jourdain volvió al lugar, esta vez sola y decidida a no dar rodeos. Tan pronto llego a la pequeña granja, volvió a experimentar la misma angustia que en agosto pasado. Luego vio a unos leñadores que lucían capas de vivos colores. cargaban una carreta..., y desparecieron de manera inexplicable. en el bosquecillo en el que se encontraba la rozaron invisibles vestidos de seda, mientras captaba algunas frases sueltas de conversaciones en frances. a lo lejos se dejó oír una musica del siglo XVIII..
Poco después volvería a experimentar la molesta sensación de inseguridad en el lugar en donde en compañia de su amiga había llegado la primera vez. Luego las voces chillonas de dos mujeres que reñian se tornaron casi inaudibles y todo el paisaje pareció diluirse.
Este relato por si mismo podria parecer solamente una alusinación de dos personas que desconociendo el lugar podrian haberse confundido, sin embargo tenemos tambien los testimonios de un matrimonio que por su parte, habian vivido tambien una extraña aventura. De 1907 a 1908, el matrimonio, que habitaba en un departamento de la rue Maurepas en Versalles, tuvo la impresión de que el parque que veían desde su casa ofrecía algo de fantasmagorico, pues, de la manera más imprevista, aveces aparecía en él una casita, a las ventanas de la cual acudía la gente para mirar, A demás vieron en julio de 1908, a la dama que dibujaba. La primera vez, junto a la galería de cristal, sentada en un taburete, sobre una loma verde inexistente; la segunda vez, bajo la balaustrada del Grand Trianon, mas allá del cual se divisa el canal.
Otro hecho a destacar es el hecho de que en octubre de 1928 otras dos inglesas sintieron en el mismo lugar, una impresion identica a la de sus compatriotas, al encontrar a un viejo de traje verde, con sombrero de tres pountas y bastón.
Ademas de que vieron un carruaje de aparecer de la nada y que en la puerta estaba una mujer que se agachaba a recoger algo, al incorporarse esta les dirijio una mirada al tiempo que desaparecia frente a ellas con todo y carruaje, es aqui donde la historia toma tintes mas increibles (si esto es posible); ya que estas dos amigas, se dedicaron el resto de su estancia en Francia a investigar en la biblioteca si el paisaje que habian visto habia sido real, lo que descubrieron fue mucho mas que eso, ya que en una de las anotaciones que hiciera María Antonieta en uno de sus diarios encontraron que hacia referencia a que durante un paseo por los alrededores de Versalles en su carruaje, y habiendo paredo para descanzar del viaje se le habia caido el pañuelo y al recogerlo de manera inexplicable habian aparecido ante sus ojos dos mujeres con vestimenta extraña y que al incorporarse rapidamente por el susto, estas se habian desaparecido ante sus ojos.
Esto nos deja la interrogante, ¿Realmente son fantasmas o impregnaciones lo que se vive en Versalles? o son bifurcaciones en el tiempo que nos permite por breves instantes ver el pasado.
me gustaria saber sus opiniones al respecto